La Pampa

Pico: padre escribió carta a un juez para internar a su hijo, el joven terminó suicidándose

Descarnada, sincera, real y preanunciante del peor final, es la carta que Abel Crespo le escribió a un juez de General Pico, tratando de impedir que a su hijo Agustín la droga lo llevara a la muerte.

Ayer su hijo le puso fin a su vida, papá Abel descargó su dolor y bronca responsabilizando al juez Moiraghi. Así lo hizo saber Abel en su red social: “He perdido un hijo! Pedi ayuda! El juez sustituto Moriraghi, la denegó!”¿El suicidio de Agustín era evitable y la Justicia no hizo nada a tiempo?

Sr. Juez:

Le transmito mi preocupación sobre las consecuencias que pueden derivar producto de las adicciones que sufre mi hijo Agustín de 25 años de edad, que pueden resultar perjudiciales para sí mismo y/o para terceros; y que no puede controlar.

Hace más de 10 años que, como papá, me he ocupado de Agustín. Más de una década en la que tuve que relegar aspectos de mi vida personal y laboral.

En tres ocasiones estuvo internado en centros para el tratamiento de su enfermedad y ninguno de ellos resultó.
No es relevante que le escriba páginas para describir los motivos que impidieron que concluya los sucesivos tratamientos con éxito, y no porque carezca de argumentos.

Tampoco es relevante que le describa los hechos violentos que como familia debimos afrontar, pues nadie tiene idea de lo que significa convivir con una persona adicta a las drogas (lícitas e ilícitas). Supongo también que no todos los casos son análogos frente al consumo de sustancias idénticas.

Lo he intentado TODO, desde lo afectivo, desde lo ocupacional, rescatándolo de situaciones peligrosas a cualquier hora y en cualquier día. He pagado dinero a dealers, para que a Agustín no le pase nada. Cuando me rehusado a pagar, los dealers me adviertieron como se arreglan las cosas cuando de drogas se trata. No he denunciado estos aprietes, por temor a que les pase algo a mis hijos. Permitame pensar de que en una ciudad de la envergadura de Pico el avance de las drogas requiere de complicidades desde lo institucional, y creo no pecar de ingenuo. De ahí el miedo!

Con mi hijo Agustín hablamos hasta el cansancio sobre lo que las drogas generan, de que es una muy buena persona cuando esta sobria y es totalmente lo contrario cuando ingiere sustancias; al punto de agredir con cuchillos, botellas, y otras situaciones traumáticas que no me las contó nadie, las viví en carne propia.

Hoy AGUSTÍN está en la calle “descontrolado”, tiene acceso a drogas, posiblemente a armas, y presiento lo peor. Se que Ud. ha solicitado informes al área de Salud Mental en el Hospital Centeno, pero comprenda POR FAVOR que una cosa es un informe sobre Agustín compensado y médicado; y otra cosa totalmente distinta es Agustín en la calle, sin ningun tipo de tratamiento.

Sr. Juez, nunca me llamaron a comparecer ante Ud., y es por ese motivo por el que le estoy escribiendo, no tengo otra alternativa de hacerme escuchar. Comprenda que sí llega a suceder algo trágico, van a existir actores responsables que pudieron detener un hipotético descenlace fatal, que para mi es un final anunciado (quisiera equivocarme). Es angustiante para un papá escribir este último párrafo, pero es la triste realidad.

Por último, Agustín necesita ser internado inmediatamente en un centro de adicciones “cerrado” o “abierto”. En el último caso, debe existir una predisposición plausible en la comunidad terapéutica que se escoja, para el tratamiento de su enfermedad y la tan ansiada y esperada recuperación.

Abel Crespo
DNI 14.625.180

PAMPADIARIO

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