Espárragos: el método infalible para que las mulas expulsen la cocaína

Una especialista que trabaja en el hospital de Ezeiza explica los métodos que se utilizan para detectar y hacer evacuar los estupefacientes.

El caso de la joven brasileña muerta después de que le estallaran dos tizas de cocaína en el estómago, puso nuevamente el foco sobre el eslabón más débil en el negocio del narcotráfico: las mulas, como se llama a las personas que trasladan las drogas.

En el estómago, en la vagina, pegadas al cuerpo, en las suelas de la zapatillas. Son los métodos más habituales para llevar los estupefacientes.
Cuando se llevan los envases de cocaína dentro del organismo los riesgos son enormes: si se rompe el envoltorio se produce una intoxicación aguda, que puede derivar en la muerte.

“Las mulas pueden mantener hasta cinco días las cápsulas en su cuerpo. Nosotros para sacarlas empleamos distintas técnicas”, explicó Graciela Sorrentino, médica del hospital provincial Alberto Eurnekian, de Ezeiza, con jurisdicción en el aeropuerto ministro Pistarini.

LIMPIAR LAS MULAS

Cuando una mula ingresa en el hospital se le realiza una placa radiográfica para determinar en qué lugar tiene las cápsulas. Si se rompen, los médicos están preparados para realizar una cirugía de emergencia. De lo contrario se apela al purgante y la posterior evacuación en los baños químicos.

“Nosotros hablamos con la persona, le explicamos el riesgo que corre su vida, luego firman un consentimiento informado sobre el tratamiento siempre y cuando no llegue en un estado grave e inconsciente”, sostuvo Sorrentino.
La médica explica que la rotura de cápsulas es más común de lo que se difunde. “En la Unidad trabajan 7 médicos y 22 enfermeros. Los pacientes encapsulados permanecen entre 4 y 5 días hasta que eliminan toda la mercadería que transportan”.

Entre las técnicas que se emplean, Sorrentino remarca que la más efectiva es la ingesta de espárragos. “Se van a reir pero le damos espárragos, la parte de atrás y rápidamente evacúan”, detalló.
Los médicos no dejan de sorprenderse con los casos y los artilugios que emplean las mulas para pasar la droga. En los últimos meses, por ejemplo, aumentó el ingreso de cápsulas con cocaína líquida, que es más difícil de detectar. Muchos no imaginan que pueden necesitar una cirugía de urgencia con riesgo de muerte.

“Cuando la droga es ingresada por vía rectal suele ser más fácil de extraer, porque es un lugar incómodo para el cuerpo y se tiende a expulsarlas naturalmente. El peligro es que se atraviesen y haya que hacer maniobras para enderezarlas y que salgan”, sostuvo la especialista.

En el caso en que la droga fue introducida vía vaginal, se retiran manualmente por el riesgo de ruptura y si eso sucede se absorbe directamente.

“Por una cuestión de asegurarnos de que no haya riesgos para el paciente, los médicos tenemos que estar presentes en el momento de la expulsión de la droga. Esa droga es la prueba del delito”, suma.
Las mulas utilizan el baño químico y permite que la droga quede alojada en la recámara y así se evita que parte de la “evidencia” termine en las cañerías. Luego, con las cápsulas, las mulas reciben el alta y continúa el proceso judicial.