En Santa Rosa un joven se encadenó y hace huelga de hambre
agosto 19, 2015
Un joven de la localidad de Toay se encadenó ayer por la tarde frente a la Plaza San Martín de la capital provincial, para reclamar que su padre reciba la atención médica que necesita. El hombre fue atropellado el 20 de junio pasado, y luego de ser estabilizado en el Hospital Lucio Molas fue trasladado a Buenos Aires. Pero la atención médica que recibió no fue la mejor, y los centros de salud a los que fue trasladado no son de la complejidad que requiere su estado. El joven dijo que a la medida, también le sumará una huelga de hambre.
Diego Trotta, hijo de Rubén Darío Trotta, se encadenó en el centro santarroseño para reclamar al Estado Provincial una solución para su padre. “El motivo primordial es el de un hijo preocupado, que tiene un padre en condiciones de salud realmente muy delicadas y no ha tenido las prestaciones que uno hubiera deseado. Hemos tenido que andar detrás de los trámites con obras sociales y demás, mucho más de lo que esperábamos. Él en este momento está en Buenos Aires. Le había salido la derivación hacia un centro de salud que no colmó las expectativas para nada, y esto quedó evidenciado desde el primer día. Él llegó en muy buen estado, tuvo un muy buen viaje en ambulancia y cuando llegó allá se descompensó entre las 12 de la noche y las 3 de la mañana, y ese lugar no dio abasto. No tenía la atención suficiente para poder compensarlo, y tuvo que encargarse rápidamente mi hermana, con todas sus complicaciones, y tuvo que firmar un traslado desde Saavedra a San Justo, barrios que quedan muy lejos uno del otro. El traslado en ambulancia significó que mi hermana firme que podía pasar cualquier cosa en el viaje”, explicó.
El reclamo surgió luego de que su padre no recibiera la atención que necesita de parte de la obra social del Sindicato de Camioneros, de la cual es afiliado. “Desde el Hospital Lucio Molas, donde recibió las primeras y oportunas atenciones, se sugirió un centro de alta complejidad con determinadas características, como FLENI, ULME; y nos mandaron a SEMED, un centro ubicado en Saavedra, en el cual mi padre casi se muere la primera noche. Lo que uno trata de hacer con esta medida, es que esto no vuelva a ocurrir. Cuando a él lo compensen en el centro de salud de San Justo y esté listo para ser derivado nuevamente, que vaya al centro donde él se merece, como un trabajador de toda la vida, una persona que aportó siempre, y que hoy por hoy parece que carga sobre sus espaldas la cruz de tener una obra social, porque si fuera por Salud Pública todo sería más expeditivo”, aseguró Diego Trotta.
En ese sentido dijo que si bien la obra social es algo privado, también roza lo gubernamental, “porque no deja de ser un ciudadano que cumplió siempre, y tiene que haber de parte del Estado, algún ente regulador que posibilite que las obras sociales actúen de una manera efectiva, para que cumplan las obligaciones. Nosotros estamos convencidos de no querer volver a ese centro donde su vida corrió peligro. Queremos un centro como el que él necesita. Nos parece injusto que por tener una obra social caiga en lugares que no merece, y más con la complejidad que él tiene, que es muy grande”, afirmó.
La familia llevó su reclamo al intendente de Toay, Ariel Rojas, y a la directora de Acción Social del Municipio, Graciela Salvini, a quienes agradecieron su atención y buena predisposición. Ahora buscan que su reclamo sea escuchado por el gobernador Oscar Mario Jorge: “Deseo poner energía en la invitación al señor gobernador, y al señor ministro de Salud (Mario González), para que se pongan la camiseta de un trabajador de 54 años, que aportó toda su vida y hoy día es ‘preso de esa situación’. Queremos verlos involucrados en el destrabe de este percance, accionando de manera efectiva y desde el ente que corresponda para que la obra social acceda a lo acorde, o que se haga a un lado y permita que Salud pública sea quien traslade a Rubén Darío Trotta hacia un centro especializado y específico para el caso. En medio de todo esto hay un ciudadano que aportó toda su vida, que está esperando ser atendido y que en este momento está como un paquete en Buenos Aires yendo de un lado al otro. Como hijo, uno no quiere permitir estas cosas”, finalizó.
FUERSA VAMOS Q YO TE APOYO