¿El PJ se puede quedar sin candidato a intendente en Santa Rosa?
agosto 20, 2015
Los analistas políticos comparan esta renuncia con la de Verna pero no son iguales. El organigrama de las municipalidades no contempla una fórmula para el Ejecutivo. En la lista comunal, existe un tramo para intendente, uno para concejales y otro para juez de paz. Las posibles salidas.
El gobernador de La Pampa renunció esta mañana a su candidatura a intendente de la capital pampeana y dijo que queda en manos del PJ la solución a la vacancia. Sin embargo, esa es más una expresión de deseo que una cuestión legalmente estipulada de antemano.
En el organigrama municipal no existe la fórmula intendente – vice, como sí ocurre en la gobernación. El lugar de viceintendente se lo adjudica al primer concejal de la lista pero no tiene ese título formal.
La renuncia de Jorge haría que el PJ deba sacarle a la lista del 25 de octubre el tramo de intendente y solo pueda presentarse a cargos legislativos y para juez de paz. Cómo esa situación es inimaginable en una provincia gobernada por el peronismo desde 1983, un congreso partidario podría enmendar el apriete en el que los colocó el actual gobernador.
No hay precedentes de una renuncia cómo ésta en la corta historia de la provincia. Se lo compara con la situación provocada por Carlos Verna cuando dejó la candidatura a gobernador y un congreso partidario nombró a Jorge, un reemplazante que no estaba en la lista. Por ley, en ese caso, correspondía que lo suceda Norma Durango, su compañera de fórmula. La historia es conocida y la justicia avaló algo que no forma parte de ningún escrito legal.
La primera posibilidad que surge, basada en el error de creer que existe el cargo de vice, es que lo reemplace Raúl Ortiz. Además de parecer lógico, se respetaría parte de la voluntad popular que los votó en la interna partidaria.
Otra posibilidad es que el que salió segundo en la interna reclame el lugar vacante. Eso colocaría a Juan Carlos Tierno en situación de demandar el cargo ejecutivo.
También pueden sacar un candidato «de la galera» como ya lo hicieron. Poco importa la falta de avales o de votos. Los antecedentes juegan a favor de una decisión surgida del dedo de los principales referentes.
La salida a la encrucijada será política y no legal. Allí radica las chance de solucionarlo a voluntad de la dirigencia del partido gobernante sin tener que atenerse a un corsé marcado por una ley.