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Revelan que un médico piquense reconoció haber dado a cinco bebés en adopción

Gastón Sevillano, uno de los denunciantes por la causa de robo de bebés en varias localidades de la provincia de La Pampa y que tiene como ‘sospechosos’ a varios profesionales de General Pico, contó detalles de la misma y cómo sigue en la Justicia, entre las novedades está la declaración de incompetencia en varias causas por parte del Fiscal General de la II Circunscripción Armando Agüero, quien las pasó al Juzgado Federal con asiento en Santa Rosa.


Otra de las novedades es que aparecieron nuevas denuncias de personas que nacieron entre 1962 y 1994, con la sumatoria de varios testigos sobre una supuesta venta de bebés por parte de profesionales de la Salud.

Sevillano, en diálogo con esta corresponsalía, indicó que muchas madres dieron a sus hijos, pero otras fueron engañadas.

“Esta semana estuvimos dialogando con uno de los médicos acusados, éste nos dijo que sí ha dado algunos bebés de General Pico, pero era porque las madres no querían tenerlos y él los daba a otras familias que querían adoptar”, señaló Sevillano, revelando que un profesional reconoció una práctica ilegal.

“Luego de cinco horas de conversación le creemos a este doctor. Nos ofreció su ayuda para colaborar en la causa, confiamos en su generosidad de ayudarnos y que él se encargaba de darlos a gente muy buena con mucho amor. Nos dijo que firmó cinco partidas de nacimiento y que esos bebés cuando fueran grandes los iba a ayudar a encontrar su familia biológica y así sucedió. De hecho ya lo hizo y no fueron vendidos, sino que lo hizo por un acto de humanidad. Estos chicos conocen su identidad gracias a este doctor y pudieron conocer sus orígenes. Hoy por hoy confiamos en este profesional”, apuntó Sevillano durante la entrevista; pero, además, dijo que una de las personas que está en la búsqueda de sus orígenes es Andrea Langhoff y tiene firmada su partida de nacimiento por este mismo médico.

“El nos jura por la vida de sus hijos que no la firmó como otras, es decir que pudo haber alguien que le ‘truchó’ la firma y el sello en el hospital. Al ser pediatra no puede firmar las partidas. Sólo hizo esas cinco para que los bebés adoptados encuentren sus verdaderos padres biológicos y aquí la situación es más grave y también podría pasar a ser víctima”, evaluó Sevillano.

En tanto, el castense explicó que “hasta el momento son 18 las denuncias formales hechas en las Justicia”, pero subrayó que “son 110 las personas que tienen dudas de su identidad que se comunicaron con nosotros. Cada día que pasa son muchas más las denuncias”, enfatizó.

Caso por caso ante la justicia

Los siguientes son los casos que en los últimos meses se presentaron ante la Justicia pampeana, en el marco de una búsqueda de identidad compartida por varias personas.

Gastón Sevillano: nació en la exclínica Pico, el 7 de abril de 1977 y fueron varios médicos que participaron del parto, en su partida de nacimiento figura el domicilio privado de una profesional. Él sabe que nació en la clínica y no en el domicilio de la partera porque se pudo reencontrar con su madre biológica hace un año y ella le comentó, de hecho se realizaron estudios genéticos y hay una compatibilidad del 99.9 %.

Andrea Langhoff: nació el 14 de septiembre de 1976, actualmente vive en Glew y su acta de nacimiento fue firmada por un médico que asegura que le fraguaron la firma. Nació en el hospital Centeno y el nexo de entrega en el nacimiento fue una prima de ella de la familia adoptiva y busca su identidad desde los 15 años sin resultados positivos.

Vanina Lario: su mamá fue internada en la clínica Argentina en febrero del 1976, a los 19 años, y cuando la llevan a la sala de parto le dicen que su bebé nació muerto y no le dan ningún certificado de defunción con la excusa que el cuerpo iba a ser estudiado. Ella comenta que una enfermera se acercó antes que lleguen los doctores y que tuvo una hija hermosa.

María Inés Novaretto: nació el 26 de junio del 1967, siempre sospechó de su adopción, porque su madre al momento que nació tenía 54 años. Nació en el hospital Centeno. Por dichos de una persona cercana, en 1993, su madre biológica sería una mujer de un pueblo cercano a General Pico y era muy joven cuando tuvo familia, quiere encontrar a su madre.

Carlos Taboada: vive en Santiago del Estero, nació el 5 de diciembre de 1965, y está inscripto en el registro civil un día domingo. La partida de nacimiento dice que nació en la clínica Regional y una enfermera fue la que hizo de nexo con la familia adoptante que lo buscó desde Buenos Aires.

Pamela Guerra: busca a su hermano, nació en la hospital el 12 de octubre de 1977, y sus padres relatan que cuando la madre ingresó a la sala de parto la duermen y distraen al padre diciéndole que vaya a comprar gasas y algodón, algo raro que en el hospital lo tengan que hacer. Al llegar el padre le dicen que el bebé murió y no le dieron explicación. Lo más grave es que un médico le dijo textualmente ‘para que querés verlo si vas a tener más hijos’.

Ante la insistencia le manifestaron que vaya al otro día al Cementerio, pero desde lejos le mostraron un cuerpito sin vida, y el empleado del Cementerio le dijo que ya se hacían cargo. Al tiempo fue a cambiarlo de lugar y un empleado le dijo que el cajón estaba vacío.

El padre era escritor y en la época de la Dictadura eran perseguidos. Un empleado del Cementerio le manifestó que dejara ‘todo como está porque era jodido’. Luego de varios años de lucha se exhumará el cadáver para ver qué hay, gracias a un pedido del fiscal Armando Agüero.

Daniel Fantino: nació el 24 de julio de 1968, fue entregado por la jefa del hospital, y por dichos de su madre adoptiva lo tuvo dos días en su casa particular a la espera de que lo vengan a buscar. Cuando lo fueron a anotar en el Registro Civil el jefe de ese entonces le dijo que vuelva unos días más tarde para perder más el rastro. Nació en la Regional.

Silvana Suárez: por suerte encontró a su hermana y nació el 20 de mayo de 1976, fue anotada en Rivera provincia de Buenos Aires. A los 25 años se enteró que era adoptada de una manera denigrante, por una vecina. Actualmente mantiene una excelente relación con su madre y hermana biológica.

Lorena Millan: nació el 1 de enero de 1974 y su madre biológica era de La Maruja. Cuando la internaron en el hospital Centeno ocurrió la misma historia de siempre, que es dormirla y el bebé murió en el parto. Fue anotada el 29 de diciembre del mismo año, es decir casi un año después para perder rastro.

Horacio Pérez – Marcela Villoria: El último caso denunciado es un matrimonio de Trenel que en 1982 fue derivado a Pico para tener familia. La madre estuvo 12 horas en trabajo de parto y la dejaron sola por varias horas. En un momento la mujer sintió que se moría y al gritar vinieron las enfermeras y nació la bebé.

Pero luego la durmieron y el doctor le dijo al padre que el bebé murió y le negó ver el cuerpo, aduciendo que deberían guardarlo en la heladera y que al otro día se lo darían.

Ella jura que sintió llorar a su hija en el momento del nacimiento. Lo más grave ocurrió al otro día, cuando le dan a su hija muerta en una caja de zapatos envuelta en cinta de embalaje, nadie se animó a abrirlo.

El intendente de Trenel les prestó un nicho y un carpintero el cajón, donde pusieron la caja adentro porque no se animaron a abrirla. Con el tiempo pueden hacerle una tumba de material con tapa y en el 2002 Horacio sufrió una enfermedad y debió ser traslado a Buenos Aires. Al pasar por el Cementerio para dejarle flores a su hija notó que la tapa de la tumba estaba rota y el cajón no estaba. Hasta hoy nunca apareció.

También realizaron denuncias similares Rodolfo Paredes, Silvia Peinado y otras tres personas más que son de ‘identidad reservada’, al igual que una enfermera que ofició de testigo.

La Reforma

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