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Recuperaron al nieto de Estela de Carlotto

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Las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron este martes al nieto secuestrado por la dictadura cívico militar número 111. Se trata de Guido Carlotto, nieto de la titular y referente de la organización, Estela de Carlotto e hijo de Laura quien fue secuestrada en noviembre de 1977.

Aunque la información no fue oficializada aun sí fue confirmada a minutouno.com por fuentes de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación que conduce Martín Fresneda y por el ministerio de Justicia a cargo de Julio Alak.

Las mismas fuentes adelantaron a este medio que en este momento se encuentran reunidos representantes de Abuelas, el ministerio de justicia, la secretaría de Derechos Humanos y otros organismos para preparar el anuncio formal.

Guido Carlotto tiene 36 años y está casado y habría nacido en el hospital militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978 mientras su madre permanecía secuestrada. Los restos de Laura fueron restituidos a su madre en agosto de 1978 luego permanecer desaparecida durante casi un año.

Según pudo reconstruir Carlotto con el correr de los años, Laura habría estado encerrada en La Cacha, uno de los centros clandestinos que funcionaron en La Plata durante los primeros años del terrorismo de Estado y cuyo funcionamiento es en la actualidad objeto de análisis del juicio que se desarrolla bajo la vista del Tribunal Oral Federal número 1.

Según contó Estela años más tarde Laura “estaba clandestina con su pareja en la ciudad de Buenos Aires”. Había tomado esa determinación cuando secuestraron a su padre, Guido Carlotto, en la puerta de su casa. Era agosto de 1977. “Guido la fue a buscar porque no regresaba. Le había pedido la camioneta para mudarse de una casa a la otra. Encontró todo roto y de ahí se lo llevaron, estuvo secuestrado 25 días”.

Durante aquellos los meses en que Laura estuvo desaparecida Estela recorrió varios despachos, pagó gruesos rescates y hasta fue a verlo a Reynaldo Bignone, hoy condenado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad. “Fui a verlo a (Reynaldo) Bignone al Comando en Jefe del Ejército para pedirle por mi hija y el hombre entró en crisis”, dijo Carlotto en su declaración ante la justicia sobre la segunda entrevista que tuvo con quien fue el último presidente de facto del país, en diciembre de 1977. “Le pedí que si ellos consideraban que había cometido algún delito la juzgaran y la condenaran, que nosotros ‘su familia’ la íbamos a esperar, pero que no la mataran. Me respondió que había que hacerlo”, describió. Les devolvieron el cuerpo de Laura tres días después de haberles comunicado su muerte.

Para el momento en que recibió los restos de su hija mayor, Carlotto ya sabía que tenía un nieto del que desconocía el paradero. A fines de noviembre de ese año,contó Carlotto ante el TOF1 “una señora que fue liberada del lugar de secuestro en dónde estaba Laura, que no sabía dónde era, pero que se escuchaban ladridos y de tanto en tanto el silbido de algún tren, se acercó al negocio de mi esposo para decirle que la había visto, que estaba en el sexto mes de embarazo y que le decía a su papá que si el bebé nacía varón se llamaría como él, Guido, y a su mamá, o sea a mí, que la buscara en junio en la Casa Cuna”, relató.

“Contrario a las leyes de la vida enterré a una hija, pero en su tumba tomé fuerzas para seguir luchando por los 30 mil compañeros desaparecidos”, apuntó.

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