Preocupa a padres la muerte en un mes de dos estudiantes que viajaron a Bariloche
noviembre 7, 2015
La Asociación de Padres de Turismo Estudiantil se manifestó por los recientes dos casos. «Hay que ponerse a trabajar para que esto no vuelva a ocurrir», sostuvo su titular.
Dos estudiantes murieron en sólo un mes tras sufrir descompensaciones durante el viaje de egresados a Bariloche, sin que la asistencia médica recibida haya podido salvarles la vida, lo que preocupa a los integrantes de la Asociación de Padres de Turismo Estudiantil (Apte).
«Estamos preocupados por los dos estudiantes que en menos de un mes perdieron la vida a raíz del viaje de egresados y por la abanderada de un colegio de Formosa que corrió la misma suerte en julio pasado», dijo a Héctor Pissoni, presidente de Apte.
Para la entidad de padres, que se dedica -entre otras funciones- a ayudar a las familias a contratar un servicio de turismo estudiantil, «la muerte de estos tres chicos» es preocupante. «Hay que ponerse a trabajar para que esto no vuelva a ocurrir», sostuvo Pissoni, al considerar que «si tenemos cómo prevenir una enfermedad, como el botulismo, o mejorar los controles hay que hacerlo sin dudar. Esto no tiene que volver a pasar».
El titular de Apte informó que «además de ayuda a los padres de estos chicos» se van a reunir con funcionarios de los Ministerios de Turismo y Salud la semana entrante. Facundo Valdez fue trasladado de urgencia el 21 de octubre pasado muy dolorido desde Bariloche a Pilar, donde los médicos no lograron revertir la insuficiencia renal que le detectaron y falleció el 2 de noviembre pasado.
Las madres acompañantes del grupo de egresados del Instituto Cardenal Copello, de Pilar, se quejaron de la comida y explicaron que volvieron con varios chicos descompuestos 30 horas en micro sin que ningún médico los atendiera, entre ellos Facundo. Un mes antes, Julieta Uriarte, alumna del Colegio Elicagaray de González Cháves, partido del sudeste bonaerense, también había muerto a causa de una descompensación estando en Bariloche, donde recibió atención de una médica del hotel donde se alojaba junto a sus compañeras.
«No sabemos lo que pasó. La Justicia está investigando. En el caso de Julieta está imputada la médica que contrató la empresa Travel Rock de Turismo y atendía en el Hotel donde se alojan los contingentes. El de Facundo es tan reciente que no puedo adelantar nada aún», señaló Pissoni. La muerte de Julieta fue hace un mes, el 6 de octubre, y según la información difundida en el momento se debió a un paro cardiorrespiratorio; y al día siguiente la autopsia arrojó que no había consumido ni drogas ni alcohol. Sus compañeras declararon en Cámara Gesell que había sufrido un cuadro febril desde hacía una semana y que no había recibido la atención necesaria. La muerte de la abanderada del colegio adventista de Formosa, el 29 de julio, ocurrió a los días de volver del viaje donde ingresó con un cuadro de hemorragia pulmonar al sanatorio de su ciudad en la provincia norteña.