«Mi huerta en casa». Primera parte

El primer requisito de la huerta con respecto a la ubicación es el sol, ya que sin la energía solar, nuestras plantas no van a crecer. Por desorganización y falta de espacio, decidí armar mi huerta al costado sur de la casa, en los primeros meses que coincidieron con la primavera y el verano estuvo bien, pero llegado el otoño y con el movimiento de la Tierra, el sol ya no llegaba al sector y mis verduras dejaron de crecer, por lo que tuve que ampliar el terreno destinado a ella. Es clave que en invierno reciba como mínimo cinco horas de sol.

El segundo factor a tener en cuenta es el suelo, que debe contar con buen drenaje para empezar, con el paso del tiempo nos vamos a dedicar a mejorarlo, cosa nada difícil, al menos no como lo parece.

Por último es conveniente contar con una canilla cerca para el riego diario, de verano sobre todo.

En el caso de nuestras queridas mascotas, hay que cercar con algún material para que ellas no tengan acceso. En mi caso cerqué con tejido y postes para que mi perro no pueda entrar, y cuando yo trabajo en la huerta, él se acuesta al lado para hacerme compañía.

Hay diferentes tipos de huerta:

1. A nivel del suelo.

2. En cajones elevados.

3. En macetas.

Yo tengo una huerta a nivel del suelo que es la más común, pero en el invierno empecé a usar también macetas para sembrar mis aromáticas al resguardo del frío. Lo que voy a desarrollar más que nada es la huerta en el piso, ya que es la que yo trabajo.

Continuamos en la próxima para no extenderme tanto. Y si empiezan una huerta me cuentan!

Por Gaby Aguilera