Agropecuarios

Manejo de malezas en el cultivo de Trigo. “Un buen control en tiempo y forma significa más y mejor Rinde”

El manejo racional de las denominadas malezas es un desafío que año a año el productor y los técnicos deben afrontar. La forma en la cual se hace frente al manejo/control de las mismas varía año tras año y entre productores, están aquellos que utilizan labores mecánicas por medio de implementos agrícolas, otra gran parte lo hace por medio de activos químicos o lo que comúnmente conocemos como herbicidas y una nueva masa de productores que viene creciendo y tiene una visión más integral de la situación y no solo utiliza los métodos anteriormente mencionados, sino que también a ello le suma tecnología de procesos y trata de afrontar el problema con una visión a largo plazo, para ello empezaron a utilizar cultivos de cobertura, a planificar las rotaciones comprendiendo que de esa manera iban a generar una presión de selección sobre las malezas menor y la utilización de químicos iba a ser variada a través del tiempo, a variar fechas de siembra y distanciamiento entre hileras, a utilizar cultivares más competitivos, pero sobre todo, empezaron a comprender que las malezas ya son parte del sitio donde van a cultivar y como tal deben ser manejadas entendiendo su biología y ecología.
No siempre presencia de malezas genera pérdidas de rendimiento en los cultivos y no todas las malezas generan la misma competencia contra un cultivo, por ejemplo, en cereales de invierno, 5 plantas/m2 de Avena fatua producen una pérdida del rendimiento equivalente a 20 plantas/m2 de Lolium rígidum (Stigliani & Resina, 1993), o en el cultivo de soja, se encontró que 1 planta/m2 de yuyo colorado (Amaranthus quitensis) causó una pérdida de 500 kg/ha, mientras que 1 planta/m2 de malva (Anoda cristata) provocó una disminución de 350 kg/ha y la misma densidad de chamico (Datura ferox) una merma 950 Kg/ha, respecto al testigo sin malezas (Leguizamón et al., 1994).
El Trigo y las malezas: oportunidades de manejo
Entrando en el mes de Junio, mes donde en la región se realiza el mayor porcentaje de la siembra de trigo es conveniente que los lotes estén libres de malezas y preparados para la siembra. En aquellos lotes donde aún no se ha realizado un control de malezas debido a que recientemente se levantó el cultivo de gruesa o los pisos se encontraban intransitables, es necesario realizar un monitoreo de las malezas y si la presión de competencia lo requiere, realizar un control. Para ello, primeramente se deberá aplicar activos en cobertura total que remuevan toda la materia verde presente y dejen el potrero en condiciones óptimas para la siembra y posterior aplicación de los pre emergentes.
La sensibilidad del cultivo de trigo a la competencia se hace máxima en los primeros estadios de la elongación del tallo (Ver imagen nº 1), momento en el cual la tasa de crecimiento es máxima. Sin embargo es aconsejable llegar a ese momento libre de malezas para no generar ninguna interferencia competitiva con el cultivo.

Inmediatamente luego de la siembra está la posibilidad de ingresar a los lotes con activos pre emergentes que permitan controlar algún escape de malezas del barbecho y lograr una residualidad adecuada para suprimir nuevos nacimientos, al menos hasta que el cultivo logre el cierre de surco. Es importante tener presente que la residualidad de muchos de los activos aplicados, por ej. Metsulfurón, Clorsulfurón dependerá de condiciones meteorológicas (lluvias acaecidas), textura del suelo, pH (a mayor pH, mayor residualidad), etc. No es un tema menor, debido a que en ciertas circunstancias y con dosis elevadas de activos/ha podemos llegar a generar casos de fitotoxicidad en cultivos siguientes en la rotación como por ej. Soja, Girasol o Maíz.
Por último, ante casos de escapes, tenemos la posibilidad de la aplicación post emergente de hormonales durante el período de macollamiento, triasolpirimidinas (Flumetsulam), Sulfonilureas (Metsulfurón, Clorsulfurón, Iodosulfuron), Triazinonas (Metribuzin) según malezas nacidas y graminicidas selectivos para el caso de gramíneas (Rye grass, Avena fatua, etc) que puedan llegar a nacer durante el período de cultivo.

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