La Pampa

La intendenta de Dorila hizo sacar a un empleado municipal con la Policía

Walter Becerra hizo una exposición en Pico, acompañado por dirigentes de ATE. Fue despedido “de palabra” a fines del mes de mayo, se presentó a cumplir tareas en el Corralón Municipal, pero la jefa comunal lo mandó a echar por la fuerza.

Tras la denuncia pública de dirigentes de ATE por despidos y trabajadores precarizados en la comuna de Dorila, la intendenta Hollman envió ayer a la Policía del pueblo para retirar a uno de los trabajadores echados “de palabra”. Luego de varios intentos de diálogo frustrados con la jefa comunal, los gremialistas acompañaron al operario a radicar una exposición en la Comisaría Segunda de Pico.

Walter Becerra es uno de los trabajadores que fue despedido “de palabra” a fines del mes de mayo, pero los referentes gremiales piquenses le aconsejaron que, ante la falta de una notificación por escrito, debía presentarse en su lugar de trabajo. Ayer a la mañana, Hollman apareció en el Corralón y le exigió que se retire porque ya no trabajaba allí, y ante la negativa de Becerra, le mandó la Policía.

El despedido relató ayer que “ingresó a las 7 de la mañana y se presentó la intendenta (Natalia Hollman) en la matera pidiéndome que me retirara porque no soy empleado municipal, que me retirara del lugar porque si no me iban a hacer sacar. La respuesta mía, como me asesoré con el abogado del gremio, fue que tenía que seguir respetando el horario de trabajo porque no me echaron con ningún papel escrito”.

Herrera reconoció que desde el 1 de junio “voy a la matera hasta las 13 horas, voy y no hago nada”.

Ante la negativa del exempleado con Hollman, en cuestión de minutos llegó al lugar la Policía de Dorila, a quien Herrera le insistió en que “la única manera de retirarme era con una orden del juez”.

El trabajador contó que rato más tarde “llegó el oficial y me lo pidió por las buenas, me dijo que habló con el juez y todo, le tome la palabra. Fuimos a la Municipalidad a ver si ellos se podían comunicar con la intendenta, pero como siempre no nos quiso atender”.

Herrera recordó que hacía casi 10 meses que trabajaba para la comuna y dijo que “el día después de las elecciones estuve cortando el pasto hasta las 10, a las 10:30 horas me llamaron a la Municipalidad y me dijeron que no estaba más”.

El despedido destacó que días antes de las elecciones Hollman “dijo que la intención era conservar el trabajo, por lo cual ya el lunes no me cumplieron, por eso viene todo el inconveniente, por prometer algo que no cumplieron”.

Gremio

El delegado de ATE Pico, Ramón Montes, explicó por su parte que la exposición radicada ayer por el trabajador tuvo por objetivo “documentar que el compañero no quiere hacer abandono de trabajo como quiere la intendenta, no hace abandono de trabajo y lo sacan por la fuerza”.

Y adelantó: “Estamos a la espera porque ella (Hollman) de palabra le dijo al compañero que la semana siguiente había posibilidad de un contrato, no sabemos qué tipo de contrato, vamos a esperar y en caso de no recibir, bueno, haremos la denuncia correspondiente, esto está en manos de nuestro abogado”.

Recriminó a la jefa comunal que “no puede agarrar una persona y tratarlo como si fuera un número, detrás hay una familia que necesita alimentar”. Y remarcó: “Cada vez que queremos acercarnos a la Municipalidad no podemos hablar porque no está, es imposible hablar con ella, de hecho hoy tratamos nuevamente de hablar con ella y no pudimos porque no estaba, y su secretaria tampoco lo quiso hacer”.

Los dirigentes gremiales reclaman por Herrera y otro trabajador despedido “de palabra”, y por la regularización de alrededor de 25 empleados precarizados.

El Diario

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