La Pampa

"La construcción del Megaestadio es una aberración"

La arquitecta Adriana Kuntz Aza declaró este jueves ante la Sala Acusadora de Juicio Político que investiga al actual ministro de Obras Públicas, Jorge Varela, por la inconclusa obra del Megaestadio. «Me pidieron que haga algo similar al Boxing Club de Santa Cruz, pero no fue una readecuación, porque esa palabra en arquitectura no existe, fue un proyecto nuevo», dijo. Calificó como «una aberración» la construcción que se hizo y le apuntó al exfuncionario Julio Rojo y al arquitecto Iñigo Insausti como los responsables de los cambios.

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La arquitecta fue contratada por el Gobierno provincial durante la gobernación de Carlos Verna para hacer cambios en los planos del polideportivo y luego reclamó la autoría intelectual con el argumento de que esas modificaciones no fueron menores, sino que se trató de un nuevo proyecto, una nueva obra.

Kuntz Aza radicó una demanda contencioso-administrativa y en una primera instancia el Superior Tribunal de Justicia falló en su contra. Luego, la Corte Suprema de Justicia de la Nación avaló la decisión de la justicia pampeana.

«El Gobierno me pidió una readecuación del proyecto del polideportivo de Santa Cruz. Viajé a ver el Orfeo y el Chateau Carreras de Córdoba. Luego, me dijeron que el edificio debía contemplar otras necesidades. Era un proyecto totalmente nuevo. Es como si me dicen que quieren una casa para un matrimonio y dos hijos y después me dicen que quieren un hotel», comparó.

Reveló que las autoridades de la provincia (en ese momento el gobernador era Carlos Verna) primero pretendían un polideportivo de 5000 butacas, pero luego le requirieron un edificio de semejante estructura que necesitaba una estación transformadora propia.

«Querían un museo del deporte, trasladar el Coprode allí, un área de salud deportiva para los deportistas pampeanos, un espacio para prensa escrita, oral y televisiva para transmitir eventos internacionales, una sala de conferencias, camarines y un escenario, entre otras cosas», enumeró.

«Era un proyecto nuevo, tal es así que desde el Consejo de Arquitectura me dijeron que tenía que cobrar honorarios por una obra nueva, no lo podían hacer pasar por un contrato», dijo.

«Yo al proyecto lo hice a conciencia, pero cómo no sufrir cuando ví cómo lo hicieron…Nunca hubiese hecho lo que se construyó, con bloques de hormigón que cuando llueve se humedecen. Ni un inconsciente hace eso, no tiene aislación térmica, ni hidrófuga, es una locura», advirtió.

«Hay muchísimas cosas que en obras no se hicieron. Por ejemplo que el estadio esta a nivel de la laguna y estaba pensado estar a 1,20 metros con tosca apisonada para darle rigidez a la estructura. Está construido de una manera que si la laguna creciera, se podría inundar. Y la estación transformadora estaba pensada en la planta baja», contó.

«Cuando vi todo esto, empecé a enfermarme, no lo podía creer. Fue una aberración. Por todo esto tuve tratamiento psiquiátrico. Hoy estoy acá para darle un corte a todo esto», aseguró.

Según dijo, la única empresa que tenía antecedentes y capacidad probada para construir una obra como el Megaestadio era Riva. Dijo que entre otros trabajos fue la que hizo el polideportivo de Mar del Plata.

«En La Pampa ninguna empresa podía hacerlo», aseveró.

Dijo que el exgobernador Carlos Verna «no sabía» los cambios introducidos y le achacó la autoría de esas modificaciones al ingeniero Julio Rojo y al arquitecto Iñigo Insausti, del área de Obras Públicas.

También reveló que el proyecto que salió a licitación no era el que ella presentó. «Hubo ocho planos y muchas empresas me mandaron mails preguntándome cómo podía haber hecho una cosa así. Hicieron un desastre», contó.

Y antes de finalizar su declaración, se quebró y le pidió a los diputados de la Sala Acusadora que «encuentren la verdad» de todo lo que sucedió con esta fallida megaobra.

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