Caleufú, como muchas otras localidades de La Pampa y todos los departamentos -exceptuando la capital- deben sus nombres al diccionario aborigen. ‘Ca’ es ‘otro’ en araucano y ‘leufú’ es ‘río’, por tanto que el nombre traducido sería ‘Otro Río’. Pero ni Caleufú, ni en varias leguas a la redonda, se encuentra dicho accidente topográfico, ni se encontró nunca, por lo que los estudiosos han dado por sentado que su etimología debe buscarse quizá en un río con ese nombre situado en la provincia de Neuquén y que se ha adoptado para esta localidad. Lo más reciente que hayan observado sus pobladores, en este aspecto, podría remontarse a algunos años cuando las copiosas lluvias pusieron en jaque la zona.
Pero ahora, del agua, embalsada o corriente, la realidad indica que los caleufuenses y residentes en la zona norte tendrán al elemento como protagonista de sus vidas porque, por decisión del gobernador Oscar Mario Jorge, Caleufú tendrá un lago artificial, con cascada incluida, a metros nomás del centro de la localidad. Se trata de un ambicioso proyecto que espera ser inaugurado el año próximo, quizás antes de que finalice la gestión del actual intendente Oscar Alejandro Baras. Precisamente ayer, el jefe comunal recibió a La Reforma para hablar del emprendimiento y de las múltiples obras que asoman en Caleufú.
Baras, así, tendrá la oportunidad de ponerle el moño a una gestión que dejará mucho en infraestructura para el pueblo. Quizás no tan imaginado por el propio funcionario, militante justicialista de toda la vida, pero novato en estas lides, fue este trayecto si se tiene en cuenta que recibió una comuna con una caja chica de… 231 pesos, y una parte de esa cifra en valor vencido. Además, su llegada al cargo derribó una extensa hegemonía de gobiernos de extracción radical. Caleufú, de esta manera, se sumó a otro de los pueblos recuperados por el Partido Justicialista en la última elección general.
El intendente, esposo de la gerenta de la cooperativa local y dueño de una farmacia, tiene un origen humilde (hijo de hacheros de monte), demuestra ser incansable. Y apenas puesto un pié en la localidad se nota la pretensión de dar vuelta ‘como una media’ la condición en que había quedado la misma, fruto de la nula inversión en obras y recursos. Cualquiera podría endilgarle a Baras que la cifra que demandará el proyecto, estimativamente superior a los tres millones de pesos, podría destinarse a otra cosa. De hecho, algunos pobladores miran con recelo lo que acontece en el terreno que antes era baldío (propiedad de FerroExpreso Pampeano) y ahora está plagado de maquinarias que horadan la piedra y retiran toneladas de tierra.
Pero, como dice el vulgo, “los regalos no se rechazan” y este proyecto del lago artificial es un regalo que el gobernador quiso darle al pueblo donde nació. Pero además, ¿por qué habría que hacerlo o modificarlo?, si las obras que la comunidad esperaba están en marcha y a punto de concluirse, entre ellas la repavimentación de 70 cuadras, la edificación de un salón de usos múltiples de 930 metros cuadrados, la construcción del acceso pavimentado la Ruta Provincial Nº 9 que unirá Caleufú con Embajador Martini, las 22 viviendas que se están terminando para entregar en los próximos meses, la doble vía de acceso a la localidad, la reconstrucción del edificio comunal, el levantamiento de la Escuela Laboral, la adquisición de una 4×4 para el municipio y la renovación del parque automotor ya son realidades palpables para la comunidad.
-¿Cómo y por qué el proyecto del lago, estaba dentro de la plataforma?
-Nosotros enfocamos nuestra gestión principalmente en la obra pública, estábamos muy retrasados en relación a los pueblos vecinos, había que darle una vuelta a esta área para ir embelleciendo al pueblo. Acá hacía más de 30 años que no se hacía una cuadra de asfalto, y el que estaba ya mostraba su deterioro.
Costó mucho tener una charla profunda con el gobernador y, después de eso, planteamos una serie de obras necesarias para el pueblo, que fueron aprobadas. Y en medio de esos encuentros, ya este año, surgió la propuesta del gobernador de hacernos un regalo construyéndonos una obra.
Él preguntó y lo que menos pensé fue en construir un lago, más en esta zona, pero se nota que a él le ‘pegó’ mucho el proyecto de la laguna de Santa Rosa y propuso hacer algo parecido al Parque Japonés, y allí arrancó la idea.
-¿Jorge dió alguna justificación del por qué de la inversión en una obra así?
-Él dijo que era una forma de retener a las familias en el pueblo, al menos en el aspecto esparcimiento, el lago sería una forma. La idea es ponerles bicicletas de agua, un muelle para amarrarlas, sembrado de peces, una isla, un quincho, parrillas, una pasarela, en fin, todo lo que se necesita para que se convierta en un lugar de encuentro los fines de semana algo que, hasta ahora, se hacía en el polideportivo.
-¿Y la elección del lugar dónde construirlo?
-Otro acierto, ese espacio -que es allende a las viejas vías y a los galpones ferroviarios- se fue convirtiendo en un predio de 700 metros abandonado y lleno de basura, prácticamente no podría verse que del otro lado de las vías seguía el pueblo. Eso se limpió, hicimos una ciclovía, iluminamos todo el recorrido y ahora sumaremos el lago.
La gente de FerroExpreso nos dio muy rápidamente la autorización porque, creemos, el tren acá no llegará nunca. Pero en el contrato se incluyó una cláusula que lo determina como “prescindible” es decir, únicamente no podemos construir a 5 metros de la vía, después es libre de uso.
-¿Qué superficie tendrá el complejo, y cuánto ocupará el espejo de agua?
-El lago tiene aproximadamente 180 metros de largo, un metro de profundidad, y unos 30 de ancho, no es recto, tiene una forma de riñón podríamos decirle. La construcción, por decisión del gobernador, está a cargo de la Dirección Provincial de Vialidad, ellos ponen los hombres y las maquinarias.
-¿Y el llenado?
-Lo está analizando gente de la Administración Provincial del Agua, están revisando una perforación que construyeron los ingleses cuando trajeron el ferrocarril. Mañana (por hoy) harán un bombeo para ver el caudal que tiene, si logramos la impermeabilización del lago con esa perforación sola se podrá mantener.
Esto será sometido a prueba, hay mucha piedra de base y habrá que revisar la permeabilidad del piso. Si esto funciona bien sólo habrá que trabajar en los laterales, esto se verá con el tiempo. Nosotros pretendemos que la obra se termine antes del fin de mi gestión, pero es una obra de mucha importancia.
-El dato que tenemos es que también tendrá una cascada, ¿cómo piensan hacerla?
-Con piedras grandes, ya estamos abocados a conseguirlas en San Luis, donde están haciendo voladuras de canteras. La cascada, además de la atracción visual, tendrá como fundamento la oxigenación del agua, tendrá aproximadamente 5 metros de alto y unos 13 metros de ancho. El diseño del lago fue compartido entre la arquitecta Corina Romero y la gente de Gobierno, pero podría sufrir modificaciones durante los trabajos.
-Metafóricamente hablando, la construcción del lago, ¿dividió las aguas o fue aceptada por la comunidad?
-Y, hay de todo… la gente que vive frente a los terrenos donde ahora está la ciclovía y próximamente el lago está encantada, porque se le ganó terreno a un basural, transformó la zona. Y están quienes se oponen con mínimos fundamentos, pero se debe pensar que Caleufú hace tiempo que no tenía nada y ahora hace 3 años que no paramos de hacer obras.
Es cierto, la plata se podría usar para otra cosa, pero fue una decisión del gobernador y respetamos su pensamiento.
-¿Y los intendentes vecinos, qué dicen?
-Y, todos hablan del lago, pero a muchos se les cambiará la visión de las cosas cuando esté terminada la obra, como sucede siempre. Caleufú tiene casi 3 mil habitantes y se merece que hagamos el esfuerzo de darle lo mejor, y nosotros consideramos que no es una mala idea hacer obras en ese sentido.