Unión derrotó a Boca y le impidió ser único puntero
agosto 2, 2015
Increíble el partido que perdió Boca en la Bombonera, 4-3 con Unión en el descuento con gol de Gamba. Se descontroló por el penal polémico del PT y, pese a empatar dos veces, cayó y ahora comparte la punta con San Lorenzo.
¿Qué le pasó a Boca? ¿Daba para descontrolarse así? ¿Era para perder el rumbo por una sola jugada, tan falta como polémica? Lo que pintaba para nochecita de fiesta-felicidad-punta plena se transformó después de esa falta insólita de Orion en un calvario, en remar contra la corriente, en un desordenar constante. Imposible no hablar del penal innecesario de su arquero en esta derrota inesperada que lo deja líder con San Lorenzo, porque ése fue el principio del fin: Agustín pegó, Baliño no vio pero un ratito después de arrepintió (¿le informaron tras verlo por TV?) y dio en simultáneo penal y rojo. Y entonces cuando Boca se paseaba con el 1-0 y estaba para el segundo, de repente pasó a estar antes de los 30′ a estar 1-1 y con uno menos. Y al toque 1-2, y desorientado, nervioso, extremadamente nervioso.
Boca estuvo tan descontrolado en todo el partido que llegó a la igualdad a tres minutos del final con una corajeada de Calleri y que siguió jugando como si estuviese perdiendo. Fue todo lo contrario al equipo que se reordoneó el domingo pasado, defendiendo con nueve contra Belgrano. Acá, con uno más, se regaló permanentemente y así llegó el 4-3 de Unión, en el descuento, servidito en bandeja para los santafesinos. No es quitarle el mérito al rival, sino hablar del desconcepto del que era líder en soledad y que ahora tiene a San Lorenzo como compañía.
Ni el gran partido de Calleri (dos goles y generó el de Tevez) ni las ganas de Carlitos pudieron con Unión. Atrás el Cata Díaz tuvo uno de sus peores partidos y el equipo en general quedó partido. Si llegó con vida hasta el final, porque Unión no tuvo puntería. Cuando Tevez lo empató en el arranque del ST, nunca bajó de revoluciones y se ordenó. Igual que cuando pasó con el 3-3 de Calleri. Entraron Carrizo y Bentancur, y nada cambió, fue todo ir al frente con ganas y anarquía.
Y así se dio flor de golpe. Sin tranquilidad, se comió cuatro goles y ahora tendrá que esperar dos semanas para tener revancha, porque hay parate por elecciones. En un domingo que de arranque pintaba de luxe, al final le cortaron la Gamba.