Un médico construye la sala de teatro más grande de La Pampa
La vuelta a la normalidad teatral, luego de la cuarentena, vendrá acompañada en La Pampa de la puesta en marcha de la sala más grande de la provincia. Se trata de Paradiso, un teatro que viene siendo construido desde hace diez años en total silencio por un médico y su familia en Santa Rosa.
Con el asesoramiento del productor Carlos Rottemberg, el neurólogo Miguel Ángel Martín apostará a traer importantes espectáculos musicales y obras comerciales. Ya sueña con ver en su amplio escenario a Ricardo Darín o Guillermo Francella.
La sala está ubicada enfrente al aeropuerto y próxima a un hotel importante. «Hoy salí de los temas médicos», confiesa ahora entre risas el doctor Miguel Ángel Martín. «Todo esto nació como un proyecto familiar. De chicos, con mi esposa, María Inés Di Menza, hicimos teatro en el colegio del pueblo en donde nacimos. Llegamos a hacer funciones acá, en la capital. Luego nos fuimos a estudiar Medicina a la UBA y siempre aprovechábamos para ir al Teatro San Martín, a recorrer las librerías de la avenida Corrientes. Regresamos a Santa Rosa ya como profesionales y hace cosa de diez años nació esta idea. Lo primero fue comprar un terreno cerca de nuestra casa. Una vez fuimos a ver a Carlos Rottemberg para que nos asesorara y nos dedicó muchas horas de charlas, de consejos; con su hijo Tomás nos dieron un gran impulso. Y así todo esto fue tomando forma. Hace tres años pedimos un crédito y compramos las butacas y la puertas en Córdoba y eso fue como un verdadero hito. Estábamos en plena obra hasta que vino la cuarentena, pero como ahora estamos en otra fase del coronavirus empezamos a terminar el trabajo de refrigeración y la carpintería. Estamos esperando que nos llegue el telón desde Buenos Aires», apunta el médico en una entrevista con el diario La Nación.
Además de sus mil butacas ya instaladas, Paradiso cuenta con un escenario de 200 metros cuadrados y una superficie cubierta de 1400 metros cuadrados. Su estacionamiento tiene capacidad para 50 autos.
En este largo de proceso de construcción no contaron con ayuda estatal alguna. El doctor, que en poco tiempo será también empresario teatral, ni sabe cuánto dinero invirtió. «Nunca anotamos nada», confiesa.
En estos tiempos es complejo definir fechas, él estima que abrirá la sala apenas se pueda. Se ilusiona con llevar algún espectáculo de Guillermo Francella o de Ricardo Darín, o un musical, o un espectáculo de tango o de folclore.
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