Polémica visita de Tierno en Pico, hubo gritos, empujones y reclamos
febrero 11, 2016
Faltaban minutos para las 11 de la mañana, horario estipulado de reunión del Consejo de Seguridad. Vecinos de General Pico y de otras localidades, periodistas y políticos se aglomeraron afuera del edificio de MEDANO, ubicado en la esquina comprendida por las calles 11 y 24. Mostraban su enojo y su impaciencia porque apareciera Juan Carlos Tierno, protagonista de los sucesos en los últimos días.
El Ministro de Seguridad de la provincia apareció caminando pasados cinco minutos de la hora prevista, “hablando” por teléfono. Bien le vino de excusa para evitar los insultos de los vecinos o las preguntas punzantes de los periodistas acerca de la represión vivida en Villa Sauze.
Rápidamente se metió en el edificio y de ahí en más la situación siempre fue caótica y desorganizada.
Dentro, periodistas y vecinos subieron al primer piso en busca del ministro, quien ya se había ubicado en una sala intermedia custodiada por personal policial. Allí había otros funcionarios locales y provinciales. Afuera, una mujer contaba entre lágrimas lo que vivió ante la policía pampeana en la ruta 2.
Apenas uno o dos minutos después de que las cámaras bajaron y dejaron de enfocar a María Emilia de la Iglesia, la mujer en cuestión, los funcionarios nuevamente enfilaron. Esta vez hacia el segundo piso.
La sorpresa allí fue que no dejaron pasar a los periodistas, aunque ya se habían escabullidos algunos a la sala donde se reunía el Consejo de Seguridad.
Sucedió el descontrol: gritos, maltratos y desorganización. Luego, a través de la intervención del Comisario Mayor Güinchinau se permitió a los medios de prensa pasar y tomar fotos.
Tres o cuatro minutos y afuera. No dejaron entrar a todos. De hecho, un grupo de ciudadanos de la localidad de Sansinena estaban allí presentes intentando leer un petitorio y no les permitieron entrar a la sala en cuestión.
Finalmente, se hizo lugar fuera de la sala y se leyó el artículo, pero sin permitir la entrada. Las autoridades no escucharon el reclamo.