Vecinos de esta ciudad sufrieron un ataque de perros callejeros en la zona céntrica, en inmediaciones de una «birrería». El hecho demuestra -una vez más- una seria problemática que involucra a animales agresivos en la vía pública.

En General Pico la polémica social por los perros vagabundos es de vieja data, con muchas voces en contra y pocas a favor de los animales.

Proteccionistas de animales sostienen, con criterio, que la culpa de los perros vagabundos es de las personas, ya que cuando por ejemplo se realiza una campaña de mascotas en adopción, numerosos vecinos se muestran interesados en llevar un pequeño animal a sus hogares.

Lo cierto es que, en muchos casos, cuando ese animal crece, es echado a la calle. Terriblemente, la misma persona que lo adoptó, lo transforma en callejero.

Actualmente algunos de esos animales están ‘radicados’ en la zona céntrica, donde se concentra la mayor actividad comercial de la ciudad, con numerosos bares y confiterías funcionando.

En la presente temporada veraniega, es habitual que los comercios mencionados tengan mesas en las veredas, para satisfacer la demanda de los clientes que, gustosos, comparten comidas, bebidas y charlas con personas allegadas en pleno Microcentro piquense, donde también forman parte del paisaje los animales callejeros.

Algunos canes lucen hambrientos y por ello están expectantes, entre las mesas, esperando la caída al piso de restos de comida; situación que suele generar peleas de perros, entre las personas, grandes y chicos.

Lamentablemente en la madrugada del último lunes, un grupo de perros hambrientos y agresivos atacaron a clientes de una ‘birrería’ de calle 17, provocándoles distintas lesiones en sus cuerpos, que necesitaron de intervención médica.

La Reforma dialogó esta tarde con Nadia Lucero, titular de la empresa ‘Club de Pintas, bar de birras y tragos’, quien destacó que una pelea que involucró a tres perros, culminó con cuatro personas mordidas, que se hallaban en distintas mesas.

“Afortunadamente son clientes con los que hemos llevado adelante la situación en conjunto, ellos entendiendo que no era responsabilidad nuestra lo que pasó, y nosotros acudiendo a las curaciones”, expresó Lucero.

En relación al lamentable episodio explicó que “tres perros empezaron a pelear entre las mesas, y el choque entre ellos hizo que primero se cayeran al piso los vasos y las copas que estaban servidos, por lo cual el piso se llenó de vidrios rotos”.

Y añadió que “algunas personas que advirtieron que la pelea era importante, atinaron a levantarse y ahí fue cuando los perros los agredieron. Una chica cayó al piso y no sólo fue mordida en el antebrazo, sino que sufrió cortes en sus piernas y manos por los vidrios”, ilustró.

Lucero añadió que “acá tenemos un botiquín de emergencias armado, con lo que socorrimos a los lesionados, haciéndoles curaciones y llamando al SEM”, para que los clientes fueran asistidos por profesionales médicos.

Cabe apuntar que la dramática situación de ataques de perros también la sufren personas que acostumbran a realizar actividad de running por las calles de la ciudad, ciclistas y motociclista. Todos están a merced del ‘temperamento’ de los perros callejeros.

Sería oportuno que los piquenses tomen conciencia de la problemática que encierra ‘no hacerse cargo’ de un animal y dejarlo en la calle, para que generaciones futuras no padezcan los efectos de la misma.

La REFORMA