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La vuelta de Gabriela Sabatini: a 26 años de su retiro, jugó, ganó e impactó en Roland Garros

Gabriela Sabatini volvió a pisar una cancha a los 52 años y por un momento el tenis argentino viajó en el tiempo, a una época dorada en la que los fanáticos querrían quedarse allí. Es que no todos los días una deportista de nuestra tierra consigue 27 títulos y derrota a la icónica Steffi Graf en una final de US Open. Gaby es historia pura y este martes, junto a Gisela Dulko, venció a Lindsay Davenport y Mary Joe Fernández en el torneo de leyendas de Roland Garros.

Si bien el torneo de Nueva York es como su segunda casa, este martes mostró su repertorio en el polvo de París, donde su mejor desempeño fue llegar a cinco semifinales (1985, 1987, 1988, 1991 y 1992). Se la vio intacta, en perfecto estado físico y con una sonrisa de oreja a oreja. Su compañera es Dulko, retirada de la actividad desde 2012.

Semejante talento decidió alejarse del tenis cuando apenas tenía 26 años porque quería ser una persona normal. “Necesitaba descubrir la vida y todo lo que tuviera para ofrecerme”, dijo. Su personalidad, con la que se ganó a todos los públicos durante su carrera, era por la que la juzgaban en la Argentina. La acusaban por su escasez de palabras, por su timidez, porque no pretendía ser mucho más que lo que era: tenista.

Los miles de caracteres que se escribían de su vida privada fueron acaso su mayor rival. “Me afectaba mucho lo que decían los medios, en general mentiras. No lo podía entender y eso replicaba en mi profesión”, reconoció Gaby. Cansada de esa realidad dijo basta. Guardó la raqueta y en un evento en el Madison Square Garden, épico estadio de la ciudad de Nueva York, confesó que se retiraba del tenis.

“De casualidad”: así volvió a Roland Garros

Hace un par de semanas Gaby contó cómo se dio su regreso al Grand Slam: “Nos vieron con Gise Dulko jugar un día al paddle en el Racket Club, nos invitaron a jugar y dijimos que sí. Es una alegría para mí compartir este momento con Gisela, a quien conozco desde hace muchos años y tengo una linda amistad con ella”.

Así se gestó la reaparición de Sabatini en las canchas de tenis, casi por casualidad. En la previa al partido de este martes estuvo presente en un evento de la Embajada argentina en París, donde fue homenajeada por su trayectoria.

No vive en Buenos Aires, aunque la visita con regularidad: su base está entre Zúrich (Suiza) y Miami (Estados Unidos). En su hogar europeo es cuando más entrena con su bicicleta. “Ahí tenés a diez metros 20 montañas, entonces es muy fácil practicar y ponerse bien en forma. Hace unos años hice el Tour de France de aficionados. Fue agotador pero buenísimo, porque podés ver de cerca a los profesionales”, reveló.

Nunca dejó de estar ligada al tenis. Lo hizo desde la solidaridad que siempre la destacó, acompañando con clases, consejos y dinero a los proyectos de formación impulsados por la Asociación Argentina de Tenis (AAT) a la que hoy está más ligada que nunca por la gran relación que tiene con Agustín Calleri, su presidente, y los exjugadores que lo acompañan, Mariano Zabaleta y Gastón Gaudio, ente ellos.

En febrero estuvo en el Racket Club de Buenos Aires y en cancha de polvo de ladrillo se enfrentó a Dulko. Ambas se adueñaron de la escena, todos quienes estaban en los alrededores quedaron hipnotizados ante tal evento y pueden considerarse dignos de haber sido elegidos para volver a ver a la mejor de la historia argentina a pleno game, set y match.

Regreso a Roland Garros y emoción


“Estoy muy contenta de estar acá”, dijo Sabatini tras el partido en el que jugó con Dulko ante Lindsay Davenport y Mary Joe Fernández. ¿El resultado? Un contundente doble 6-3 que desató la alegría de los fanáticos en las tribunas del Suzanne Lenglen.

“Había nervios y lo sabíamos. Creo que al estar juntas y reírnos tanto afuera nos ayudó un montón para pasarla bien adentro”, reconoció Gaby.

Sabatini, de 52 años, mencionó sobre el paso del tiempo: “Es la primera que que juego en esta cancha, la Suzanne Lenglen, no existía cuando yo jugaba. Entrar fue una sensación increíble”, contó, mientras que luego añadió sobre las características de su juego: “El saque siempre fue un punto débil para mí y con el smash estuve un poco mejor, pero nos sentimos bastante bien, un primer partido es una prueba, de a poco vamos a estar más tranquilas, pero funcionamos bien”.


Gabriela Sabatini ganó el Abierto de los Estados Unidos en 1990 y los Masters de 1988 y 1994. También fue subcampeona en Wimbledon 1991 y en el Abierto de los Estados Unidos de 1988. En 1988 también ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl y el torneo de dobles de Wimbledon, junto a Graf.

En total obtuvo 27 títulos de singles y 12 en dobles, en 2006 fue incorporada al Salón de la Fama del Tenis Internacional y en 2019 ganó el Philippe Chatrier, el premio más importante que otorga la ITF.

Su último partido fue el 15 de octubre de 1996, cuando cayó ante Jennifer Capriati en Zúrich. “Mi último torneo fue en Zúrich contra Capriati, nadie sabía que iba a dejar, ahí estaba veintipico del mundo. Terminó el partido y se lo comenté a algunas personas, entre ellas a la directora de la WTA y todos se quedaron helados, no lo podían creer”, contó luego.

Nueve días después de su último partido, anunció su retiro con una conferencia de prensa en el Madison Square Garden. “Antes, estaba todo el tiempo mirando el reloj, pensando que tenía que ir a comer temprano para no acostarme tarde. Cuando dejé el tenis, sentí que me sacaba toda esa presión de encima. Fue una liberación”.

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