Kicillof: "Un yunque puede caer sobre nosotros el lunes"
Desde
El ministro de Economía, Axel Kicillof, ratificó hoy que «Argentina pagó y quiere seguir pagando de forma justa, equilibrada y razonable».
Al exponer en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, invitado por el G77+China, el ministro subrayó que «un 1 por ciento -de los holdouts- pone en riesgo lo que aceptó prácticamente la totalidad de los bonistas».
El ministro de Economía advirtió que las consecuencias del fallo del juez Thomas Griesa, implican la posibilidad de que se obligue a Argentina a pagar en las mismas condiciones que a los fondos buitre unos 120.000 millones de dólares, que es el monto estimado de la deuda reestructurada.
«El fondo NML compró en 2008 deuda en default, pero Argentina abrió su canje en 2005 y ese fondo no tenía bonos de canje, sino que fue a buscar a los que no habían entrado porque su negocio es litigar en tribunales y que le reconozcan el 100% de la deuda», agregó.
«Se da la paradójica situación de que un solo bonista puede poner en riesgo una reestructuración por más exitosa que sea».
El ministro explicó a representantes del G-77 en la sede de Naciones Unidas que el fallo de juez neoyorquino no se agota en los 1.500 millones de dólares reclamados por los fondos buitre, ya existen otros 15.000 millones de dólares de tenedores que no entearon al canje, que reclamarían de inmediato las mismas condiciones de pago.
«Pero ahí no termina la historia porque si -Argentina- pagara los 1.500 millones y aun los 15.000 millones, pueden sobrevenir los reclamos de los que entraron al canje, en 2005, que según «las estimaciones más conservadoras son 120.000 millones de dólares.
«Si la Argentina quiere pagar al 92% que entró en el canje, el fallo dice que nadie puede colaborar con la Argentina», prosiguió el ministro, tras lo cual advirtió que «este fallo nos empuja a una situación de default técnico» y a «un sufrimiento para el pueblo argentino».
Recordó que «el FMI había dicho que las decisiones judiciales de ser confirmadas, probablemente otorgarían más poder a los holdouts, porque permitirán la interrupción del pago a los bonistas que aceptaron la reestructuración y aumentaría el riesgo que los juicios se multipliquen».
Kicillof fue precedido en el uso de la palabra por el canciller Héctor Timerman, quien advirtió que la cuestión de los fondos buitre «es un asunto de suma gravedad que requiere la atención de todos», según Télam.
Por su parte, el presidente del G77+China, Sacha Llorenti Solís, exhortó a «promover los debates que se celebran en la ONU y otros foros» y repudió la posibilidad de que los fondos buitre «paralicen las restructuraciones de deuda» al dar apertura de la Sesión Especial de la ONU.