Joven castense abrió una galería de arte en México
enero 31, 2017
El joven castense Angelo Barreto abrió una galería de arte en México en el mes junio del 2016, lleva recorrido 16 países de América Latina viajando en bicicleta o cualquier medio de transporte que lo lleve a destino.
El diario mexicano Sinembargo.mx le realizó una entrevista donde lo llaman el “nómade argentino” y en su galería participan distintos artistas del mundo
La nota realizada hace unos meses comienza diciendo “Un artista, un viajero, un nómada. Angelo Barreto ha recorrido América Latina para luego establecerse temporalmente en la colonia Roma de la Ciudad de México en donde sus invitados son tan diversos como los países que visita”.
Nota del diario Sinembargo.mx
Lo que empezó como “Kitchen Gallery” -dibujos y pequeñas obras pegadas al refrigerador por imanes publicitarios- es ahora la galería “Tonalá 244”. Se infló hasta abarcar un nivel entero de la casa y en menos de un mes de apertura ya tienen otra exposición planeada para el 15 de julio con puras artistas mujeres.
Es una casa rentada por temporadas donde los huéspedes se interesaban por los dibujos pegados en el refrigerador de Angelo Barreto. De un pueblo de 9 mil habitantes en La Pampa Argentina, el muralista lleva dos años viajando en 16 países de América Latina: Uruguay, Chile, Bolivia, Perú, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y México.
Se queda en hostales donde pinta murales a cambio de estadía y en esta casa de huéspedes fue la misma historia. Sólo que esta vez creció un poco más el proyecto.
244 Art Gallery se inauguró el 4 de junio con los retratos atrevidos de Anne Benntjes, holandesa, las ilustraciones acuosas de Armando Fonseca, la obra de la artista visual y social de Escocia, Greer Pester, un video del colombiano Juan Camilo Pérez y más fotografía del mexicano Paco Díaz.
La terraza de la galería es amplificada por un mural donde seres largos y sin rostro brindan con copas de vino. Barreto deja la obra maestra de su lugar para la última sala del recorrido donde un DJ ponía ambiente y el brindis continuaba también en cervezas y mezcal.