General Pico: resistieron un asalto con un pino navideño y una mortadela
Dos mujeres resistieron el ataque de un ladrón con lo que tenían a mano. El delincuente estaba armado. La Policía recolectó huellas e investiga el hecho. Es el segundo caso de resistencia a un asalto que se produce en pocos días.
Cual si fuera un efecto contagio, nuevamente víctimas de un asalto a mano armada eligieron defenderse con lo que tenían a mano y así provocar la huida de quien pretendió robarles. El nuevo hecho se registró el viernes, otra vez en General Pico, donde un día antes se dio otro hecho de similares características. En este caso, una mujer y su hija golpearon a un asaltante con un pino de Navidad y una mortadela.
En una actitud tan temeraria como desaconsejable, una mujer no pudo con su instinto de autoprotección y reaccionó ante un hecho delictivo, que bien pudo terminar con consecuencias de mayor gravedad.
La víctima atendía su despensa de calle 40 entre 5 y 7, en el barrio Frank Allan, cuando cerca de las 21:30 horas ingresó un joven armado que le apuntó y exigió la entrega de dinero. Acto seguido, el desconocido intentó saltar el mostrador para pasar al sector donde está la caja, pero la mujer repelió la invasión arrojándole fuertemente lo primero que tenía a mano, una pesada mortadela.
El embutido finalmente impactó en el cuerpo del asaltante, quien cayó hacia atrás y golpeó contra una de las heladeras exhibidoras. Mientras le duraba la confusión por la particular respuesta de la damnificada, la hija de ésta escuchó los gritos de su madre y se sumó al combate, golpeando al ladrón con un pino navideño de plástico.
Por suerte, el sospechoso, quien portaba un arma de fuego, depuso su actitud y se marchó sin lastimar a ninguna de las mujeres y sin llevarse nada.
Personal policial fue convocado instantes después, por lo que a los pocos minutos arribaron al lugar uniformados de la Comisaría Primera y de la División Criminalística de la Unidad Regional II, quienes realizaron las labores de recepción de testimonios y de relevamiento de huellas y rastros.
Cabe recordar que solo un día antes, el jueves, aproximadamente a las 23 horas, un joven sorprendió a la propietaria de un quiosco ubicado en calles 29 y 24 tomando aire en la vereda. El ladrón la obligó a ingresar a punta de pistola y le exigió dinero pero, lejos de asustarse, la mujer le hizo frente y lo golpeó con un hierro, obligándolo a emprender la fuga.
El Diario
