La Pampa

Docente salvó a un alumno que se ahogó con un chupetín

El hecho se produjo el pasado miércoles por la tarde, mientras las clases transcurrían normalmente en la secundaria de La Reforma. En un determinado momento un niño, de 12 años aproximadamente, le manifestó a Cristian que se había tragado un chupetín.

El docente se percató de que el alumno se sentía bien, pero estaba asustado. Con el correr de los minutos, la situación comenzó a empeorar ya que el niño no podía respirar.

Olmos, que es docente hace 5 años y ha trabajado en escuelas rurales o de pueblos pequeños, nunca había tenido que utilizar los conocimientos que aprendió en una capacitación 20 años atrás: La Maniobra de Heimlich.

Esta maniobra, también llamada Compresión Abdominal, es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto pequeño. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.

En diálogo con el portal Telega, Olmos, explicó que retiró al alumno del aula cuando este le informó que se había tragado un chupetín. La desesperación se vivió en el entorno del niño cuando no pudo respirar y sintió que se le «cerraba el pecho».

«Antes de que pasara más tiempo, le practiqué la maniobra de Heimlich, y pude aliviar sus vías respiratorias», contó Cristian.

Fueron tres veces las que el docente achense, le practicó esta maniobra al pequeño, que consiste en presionar la parte media del estómago con el puño de la mano, hasta liberar las vías respiratorias.

En este caso, el chupetín terminó de «bajar» y logró digerirlo. El reporte médico indica que el niño se encuentra bien. Además, desde la enfermería explicaron que afortunadamente, no debieron realizar una intervención quirúrgica por la maniobra que utilizó el docente.

Luego de ser atendido, comunicaron las noticias a los familiares del pequeño, quienes se encontraban agradecidos con el personal de salud y sobre todo con Cristian, quien le había salvado la vida, o evitado un desenlace más complejo.

Sin embargo, el docente no reconoce haberle salvado la vida a su alumno. Más bien, manifiesta haber hecho lo que cualquier persona debería en una situación similar, agradeciendo que pudo mantener cierta tranquilidad que le permitió pensar y actuar, pese a la tensión del momento.

Finalmente, Olmos resaltó la importancia de que las instituciones, clubes y personas en general, tengan conocimiento de las maniobras que existen para dar primeros auxilios, que en numerosas oportunidades han salvado vidas, especialmente en comunidades pequeñas.

EL DIARIO

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