La Pampa

Condenaron a un policía por coimas y estafa

Se trata de Gonzalo Matías Salvatierra, que también participó del acuartelamiento de diciembre de 2013. Son dos hechos diferentes: en uno pidió dinero para devolver una moto secuestrada en un operativo, y en otro fue cómplice de una estafa en la venta de un auto junto a Marcelo Totto.

A través del procedimiento de juicio abreviado, el juez Carlos Besi condenó hoy al expolicía Gonzalo Matías Salvatierra a tres años de prisión en suspenso y seis años de inhabilitación especial para ocupar cargos públicos, por ser autor material y penalmente responsable de los delitos de exacciones Ilegales, falsificación y uso de documento público falso y estafa –éste último en calidad de coautor–, concursando todos en forma real.

El abreviado fue acordado entre el fiscal general Máximo Paulucci, el defensor oficial Juan José Hermúa y el propio imputado, de 34 años, que revestía en la fuerza con el grado de oficial inspector y que fue dado de baja recientemente a través de un decreto del Poder Ejecutivo Provincial. Salvatierra tiene un proceso pendiente por el acuartelamiento de diciembre de 2013, ya que no estuvo en el juicio porque se encontraba prófugo.

Besi, con las pruebas aportadas por el Ministerio Público Fiscal, dio por acreditado que el 7 y 8 de noviembre de 2016, Salvatierra le solicitó a un hombre entre 1.500 y 2.000 pesos como pago para devolverle una moto que horas antes le había sido secuestrada a un hijo de esa persona, que días antes había sufrido un accidente de tránsito en Avenida Circunvalación y Pueyrredón. Además le dijo que sería una operación que debía efectuarse en su oficina y que “quedaría entre ellos”, en su calidad de oficial de la División Accidentología de la Unidad Regional I.

En otro hecho, el juez le imputó a Salvatierra haberse comunicado telefónicamente con una mujer, presentándose como empleado policial, para citarla a la División Accidentología a efectos de manifestarle que una persona la había denunciado por un negocio que habían realizado y que él deseaba que las partes arribaran a una solución sin intervención judicial.

Dicha solución consistía en que la mujer le devolviera a esa persona un auto BMW, junto a la documentación respectiva, que había comprado por 50.000 pesos y 25 cuotas de 5.000, que eran abonadas por Marcelo Humberto Totto, un vendedor de autos. Éste, a cambio, le daría otro vehículo. “Luego de numerosos mensajes de texto entre el compareciente y la denunciante, ésta hizo entrega del rodado a Totto, como Salvatierra le había pedido”, dice el fallo.

“Además el 13 de octubre del 2016, Salvatierra le hizo firmar (a la mujer) un documento que simulaba ser un acta policial de entrega del motor del vehículo, a la cual incorporó dos sellos de otros empleados policiales que supuestamente eran testigos del acto, o así lo indicó, incorporando al documento falsamente sus supuestas firmas, dándole con ello a la situación una apariencia de legalidad que no tenía, a efectos de lograr la confianza de la víctima”, añadió Besi.

“Posteriormente se corroboró que la denuncia referida por Salvatierra no existía; engañando con esa maniobra a la mujer, para desapoderarla del BMW y del motor; ello en complicidad con Humberto Totto, provocándole de esa manera un perjuicio patrimonial por cuánto, además de ser desapoderada del vehículo, no recibió otro a pesar de las promesas, en tanto no estaba autorizado legalmente en su carácter de funcionario público para realizar esas acciones”, detalló el magistrado.

En un momento del proceso Salvatierra fue declarado en rebeldía y se ordenó su detención, el 10 de agosto pasado. Por éste segundo hecho y a través de otro abreviado, Totto -un comerciante de 48 años con antecedentes penales- fue condenado a un año de prisión por ser coautor del delito de estafa y se le unificó esa pena con otra del 4 de diciembre del año pasado por un hecho similar, en una pena única de seis años de prisión de cumplimiento efectivo.

“En cuanto al primero de los hechos, se acreditó claramente que Salvatierra, abusando de sus funciones, requirió una dádiva para provecho personal, con el único fin de entregar un bien; lo cual no correspondía como tampoco procedía”, expresó Besi en la sentencia. Respecto del otro hecho también quedó “perfectamente probada su activa participación en las operatorias defraudatorias que fueran denunciadas e investigadas por el Ministerio Público Fiscal, logrando mediante un accionar totalmente ardidoso y engañoso, despojar a los denunciantes de los bienes que conformaban su patrimonio, e induciéndolos a un error”, remarcó el juez.

Salvatierra ya había sido detenido en febrero, en San Luis, tras permanecer prófugo de la Justicia al no presentarse al juicio por la sedición. Allí también fue declarado en rebeldía. Fue apresado en el paraje El Suyuque, donde estaba haciendo tareas de albañilería.

El Diario

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