Coche diplomático de un cardenal argentino, utilizado para transportar droga en Francia
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Los investigadores analizan la posibilidad de que se trate de un auto robado, ya que el cardenal -ex archivero y bibliotecario de la Santa Iglesia-, no conduce desde que se accidentó.
Consultado por el periódico Corriere della Sera, el Vaticano confirmó la información y explicó que ninguno de sus empleados estaba involucrado en el asunto.
Según la versión del secretario particular del cardenal Mejía, el auto se llevó a una revisión técnica y allí habrían aprovechado la ocasión para viajar a España a comprar la droga, pensando que la aduana no iba a controlar un coche diplomático.