Baraldini se defiende con notas elogiosas de La Arena y del dueño de El Diario
agosto 30, 2017
Luis Baraldini, el temido exjefe de la Policía de La Pampa, tiene entre otras «pruebas» dos notas elogiosas en su paso por la provincia: su abogado Omar Cayre distribuyó a la prensa una nota editorial de La Arena y otra del fundador de El Diario.
Ambas notas son del año 1979, cuando Baraldini fue trasladado desde La Pampa. Una es la ya famosa editorial de La Arena, en la que ensalzan al represor y sostienen que, por su accionar, La Pampa fue una «isla» en relación a la represión del resto del país. Destacan que el accionar de Baraldini «no estuvo ausente una dosis de prudencia que correspondía, por otra parte, a una realidad política de nuestro ámbito; realidad local totalmente ajena a un cuadro de violencia, que, durante años ensangrentara al país».
A su vez, también Cayre mostró una nota enviada por el entonces presidente del Club Santa Rosa, Antonio Nemesio, quien posteriormente fundara El Diario. Es una carilla con numerosos elogios al militar. «(Fue un) funcionario probo y altamente eficiente, cuyos resultados a nuestra vista no podrá borrar el tiempo», sostiene Nemesio. «Deja entre nosotros, el lugar que solo sabe ganarse el auténtico valor humano ese que sin apartarse de sus deberes, leal, sin resentimientos ni egoísmos extraños, con verdadero ejemplo como usted lo hizo».
Los crímenes que se juzgan en este proceso fueron cometidos antes y después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976: entre 1975 y 1982 en diferentes localidades.
El comando de la Subzona 14 estaba en el Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 101 de la localidad de Toay. Los lugares donde se mantuvo cautiva en forma clandestina a las víctimas fueron las comisaría Primera y Segunda, la Brigada de Investigaciones y la Jefatura de Policía de Santa Rosa; la Delegación local de la Policía Federal Argentina en esa capital; la Comisaría Primera de General Pico; la Comisaría y el Puesto Caminero de Jacinto Aráuz; la Comisaría de Catriló; el Destacamento de Exploración y Caballería Blindada 101 del Ejército y las unidades carcelarias 4 y 13 del Servicio Penitenciario Federal.
El principal centro clandestino de detención de la Subzona 14 fue la comisaría primera de Santa Rosa. En la planta alta de ese edificio funcionaba la Unidad Regional I, donde un grupo policial de tareas, conocido como «grupo de trabajo», interrogaba y torturaba a prisioneros y prisioneras, quienes se encontraban privados de su libertad en la seccional o en otros centros de detención, incluidas las cárceles federales 4 y 13.
El «grupo policial» de la Unidad Regional I fue creado formalmente en 1976, aunque funcionaba al menos desde la subordinación de la Policía provincial al Ejército refrendada en octubre de 1975 por el entonces jefe de la Subzona 14, Ramón Juan Alberto Camps. Es el mismo que tuvo a su cargo la conducción de la Policía bonaerense luego del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. A este juicio llegan acusados varios de los jefes e integrantes de aquél grupo policial.