Los procedimientos se hicieron en Santa Rosa: hubo un allanamiento en la calle Raúl B. Díaz (casi esquina Aconcagua) en Villa Germinal y otro en Villa Parque, en General Acha al 900.
La investigación empezó como un presunto caso de trata de personas a cinco familias de nacionalidad boliviana, pero está hipótesis no se verificó. Pero ahora investigan un caso de explotación laboral.
Elaboran prendas para grandes marcas nacionales, como Grisino, Le Uthe y Silenzio: había etiquetas de esas marcas. Las familias alquilaban dormitorios en viviendas y departamentos. Y les pagaban unos 20 pesos por prenda producida.
Hubo un allanamiento en la calle Raúl B. Díaz (casi esquina Aconcagua) en Villa Germinal y otro en Villa Parque, en General Acha al 900.
La pesquisa se inició a partir de un anónimo telefónico. A partir de esa llamada intervino el fiscal Juan José Baric. Los allanamientos fueron ordenados por la jueza Iara Silvestre.
Los allanamientos fueron encabezados por personal del Area de Trata de Personas de la Policía Provincial, la Dirección de Migraciones de Nación y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Inicialmente, la causa apuntó a un caso de trata de personas. Nunca lo pudieron comprobar. Pero surgió la irregularidad de la habilitación y laboral. Los talleres no estaban habilitados», explicó una fuente.
Tres de las familias –unas diez personas, entre ellas seis niños- vivían en departamentos en la Raúl B. Díaz. Es un edificio en construcción. Las máquinas de confección estaban en una de las habitaciones. Las familias bolivianos pagaban un alquiler por los dormitorios: 3 mil pesos por cada habitación, en la calle Raúl B. Díaz.
Otras dos familias –de unos siete integrantes, tres de ellos niños- vivían en la casa de la calle Acha en Villa Parque. Las máquinas estaban en el garaje. Los investigadores encontraron etiquetas de grandes empresas: entre otras, de Grisino, Le Uthe y Silenzio.
El dueño de ambas viviendas es un ciudadano boliviano. Migraciones comprobó que todos los integrantes de las familias bolivianas tienen los papeles migratorios en plena vigencia.