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Aborto legal: tres de los senadores indecisos anticiparon que votarán a favor y se acerca la sanción de la ley

A partir de las 21:30 el debate sobre el aborto legal comenzó a transparentarse. A partir de esa hora comenzaron a florecer certezas por sobre las dudas que hubo durante el día. Los cinco legisladores que aparecían dentro del grupo de los indefinidos comenzaron a exponer públicamente su parecer sobre el proyecto de ley.

Con las exposiciones de los tres primeros senadores que estaban dentro del grupo de las indecisos, los “verdes” lograron sacar una diferencia en el poroteo de votos. La cuenta, por el momento, es 36 a 32 a favor del aborto.

La primera en hablar fue Stella Maris Olalla (UCR), que no había dado señales de su voto antes de la sesión. “Mantener la prohibición no eliminará el sistema clandestino que existe”, expresó la legisladora antes de anunciar que votaría a favor de la ley que legaliza el aborto.

“Se trata de una cuestión de derechos y que el Estado debe elegir la continuidad o no de un embarazo de acuerdo con la voluntad de la mujer”, indicó, al tiempo que resaltó que “el Estado argentino es un estado laico, como dice la Constitución, que debe ser independiente de las cuestiones religiosas”.

La segunda en exponer su posición fue la neuquina Lucía Crexell (Movimiento Popular Nequino). “No cambie mis creencias personas ni mi modo de pensar sobre el aborto. Lo que cambié fue el enfoque desde el que se debe abordar. No se trata de feminismo o religión. El aborto clandestino es una causa que mata, lastima y escribe historias muy tristes de este país. Historias que muchos se niegan a ver”, afirmó.

En ese sentido, dio su veredicto antes de confirmar que votaría a favor del aborto. “No me es indiferente el drama del aborto clandestino. La ley no le cambia en nada a los que se oponen pero si a los que no la tienen. Negarse y negar la realidad de tantos abortos que existen en el país es un gran acto de hipocresía”, sentenció.

En el oficialismo tenían la información de que Crexell votaría a favor del aborto legal. O, en el peor de los casos, se abstendría. Finalmente, se inclinó por votar a favor del aborto.

Sobre la postura de Sergio “Oso” Leavy (Frente de Todos) había una mayor incertidumbre. En el 2018 votó en contra del aborto, pero durante las últimas semanas asumió que iba a repensar su posición. “Personalmente, me opongo, odio el aborto. Claramente, los argentinos nos oponemos, pero existe. En 2018 participé ya del debate, era una ley diferente. Esta ley está mejorada. Me di cuenta que no se trata de mí, de mi creencia o de mi formación, es una situación que compete a muchas mujeres. He intentado comprender a las mujeres que deciden aborta y me he dado cuenta de que esta ley no obliga a abortar, solo les da un marco legal y seguro”, expresó, adelantando su apoyo al proyecto de ley.

El siguiente de los indecisos en exponer era Edgardo Kueider (Frente de Todos), pero evitó hablar. Prefirió reservar el contenido de su voto para el momento en que se defina la votación. Así, la incertidumbre creció alrededor de su voto y el sector “verde” no puede contar con su adhesión. Sin embargo, podría inclinarse por una abstención.

Finalmente, el último indefinido en la lista de oradores será Oscar Castillo (Frente Cívico).

El presidente Alberto Fernández se encargó de comunicarse con los senadores que estaban en duda. Por teléfono o en reuniones presenciales. Al legislador salteño lo recibió en su despacho de la Casa Rosada. El pedido para todos con los que se comunicó fue el mismo: que apoyen la legalización del aborto.

Fernández también estuvo en contacto con la senadora oficialista Silvina García Larraburu, que dos años atrás había votado en contra del aborto. La rionegrina fue la primera legisladora de la jornada en manifestar un cambio concreto de su voto. “Mi voto es un voto deconstruido, mi voto es positivo”, dijo en el momento que le tocó hablar.

En cambio, Castillo no dio señales claras. Fue uno de los legisladores que hicieron crecer la incertidumbre con su silencio y jugaron a ganar importancia dentro del debate o, en algunos casos, a medir el costo político que deberán pagar por acompañar el proyecto que la Casa Rosada impulsó.

El Presidente monitorea el debate y el desenlace de las negociaciones desde la Quinta de Olivos, donde estuvo durante casi todo el día. Durante el mediodía se reunió con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que le detalló el panorama que había al comenzar la tarde y luego fue siguiendo la sesión en comunicación con la titular de la Secretaría Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y con la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. Ambas están desde las 16 en el Senado.

En el Senado también estuvo el ministro de Salud, Ginés González García, uno de los principales impulsores de la ley. Los ministros fueron los mismos que se hicieron presentes durante el debate en la Cámara de Diputados. El resto del Gabinete, más allá de apoyar la ley, se inclinó por mantener el perfil bajo en el momento de la definición.

Otro de los nombres a los que le prestan atención en el oficialismo es al del senador cordobés de Juntos por el Cambio Félix Martínez, que no está en la lista de expositores y que en el 2018 votó a favor del aborto. ¿Cuál es la suspicacia que gira a su alrededor? Que como parte de una estrategia del macrismo dé vuelta su voto para complicar el avance de la ley respaldada por el gobierno nacional.

En el Gobierno están convencidos que la ley para legalizar el aborto saldrá sin inconvenientes en la madrugada del miércoles. Sin embargo, repiten una y otra vez la misma frase: “Hay que contar los votos”. Creen que no habrá sorpresas. Las negociaciones subterráneas dieron buenos resultados y tres legisladores que no tenían definido su voto se sumaron al sector “verde”. Y si así no sucedía, no votarían en contra. Con ese solo gesto al Gobierno le bastaba.

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