A los 74 años, murió el escritor uruguayo Eduardo Galeano
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El escritor uruguayo Eduardo Galeano murió esta mañana en Montevideo, su ciudad natal, a los 74 años.
Galeano, nacido el 3 de septiembre de 1940, escritor y periodista, es conocido por su obra esencial «Las venas abiertas de América Latina», que escribió en 1971, pero también por su medio centenar de libros en los que trataba el documental, la ficción y el periodismo.
El escritor estaba ingresado en un hospital de la capital uruguaya desde el viernes a causa de complicaciones derivadas de un cáncer de pulmón, del que ya había sido tratado en 2007.
Galeano nació en Montevideo el 3 de setiembre de 1940. Narrador, periodista y ensayista, se inició en el periodismo como caricaturista y cronista. Sus dibujos aparecieron firmados con el seudónimo Gius (reproducción gráfica en español de la pronunciación inglesa de su apellido Hughes, apellido que excluyó de sus labores literarias). Muy joven se desempeño como secretario de El Sol y Marcha y fue director de Época.
Cada vez más interesado en la situación política contemporánea, en ese período dio a conocer en volumen China 1964, Crónica de un desafío (1964), Guatemala, clave de Latinoamérica (1967) y Reportajes (1967).
También publicó una breve novela –Los días siguientes- y un libro de cuentos –Los fantasmas del día del león- en cuyas páginas construyó atmósferas ambiguas, realidades y ámbitos cercanos y reconocibles y conflictos diversos estructurados bajo la influencia de la ficción norteamericana contemporánea, César Pavese y Juan Carlos Onetti, entre otros.
Su concisa y diestra escritura periodística se complementó con un más flexible y libre despliegue en su narrativa.
Otros tres títulos, conectados directamente al enfoque político, Siete imágenes de Bolivia (1971), Violencia y enajenación y Crónicas latinoamericanas, estuvieron precedidos por su ensayo más célebre y ambicioso, a medio camino entre la historia y el periodismo, Las venas abiertas de América Latina, reeditado y traducido a cerca de 20 idiomas, admirado, aplaudido, controvertido y atacado, de gran incidencia en vastos sectores sociales del continente.
Los cuentos de Vagamundo afianzaron su capacidad imaginativa y canalizaron una línea características de su literatura en la que se conjugan la historia, el mito y la leyenda.
En esa misma dirección quedó orientada La canción de nosotros (premio Casa de las Américas, 1975), un testimonio que se desarrolla con una fuerte carga simbólica.
En 1973, se exilió en Buenos Aires donde fundó y dirigió la revista Crisis durante sus 40 primeros números. Después, cuando la represión en argentina no le dejó margen, pasó a residir en España en 1976.
Dos años más tarde ganó el premio Casa de las Américas con Días y noches de amor y de guerra (1978), en el que compiló recuerdos, reflexiones, anécdotas y noticias, en breves, sobrias y sentenciosas narraciones, casi tan íntimas como tensas.
Las voces narrativas del autor, que fueron absorbiendo géneros literarios en un proceso de progresiva superposición, culminaron en una trilogía de acento épico, Memoria del fuego, cada uno de cuyos tomos llevaron como subtítulos Los nacimientos (1982), Las caras y las máscaras (1984) y El siglo del viento (1986). A principios de 1985, con la recuperación democrática regresó a Uruguay.
Dueño de un estilo personal, depurado e incisivo para sus fieles y renovados lectores, reiterativo según sus detractores, sumó otros títulos: Conversaciones con Raimón, Contraseña, El libro de los abrazos, Nosotros decimos no, Ser como ellos y otros artículos, Las palabras andantes, El fútbol a sol y sombra, Patas arriba. La escuela del mundo al revés, Bocas del tiempo, Espejos. Una historia casi universal. Entre varios importantes premios, recibió el American Book Award, el Aloa el premio a la Libertad Cultural de la Fundación Lannan y el Stig Dagerman.
(Fuentes: Huffington Post y El Pais de Uruguay)